LEOPOLDO VIGNOLI: Sombras del paraíso
"Fiesta patria en la escuela Artigas. Bailes, recitados, el plato fuerte es una representación de Tabaré, de Juan Zorrilla de San Martín.
A un lado charrúas, flechas, lanzas; al otro lado conquistadores, espadas y mosquetes. Al final de la escena, los indios van cayendo uno a uno. Entre los pocos sobrevivientes sobresale el Gran Gálvez por su bravura. Ahora es un emplumado solitario, indebido. Le disparan, le estoquean, le acribillan. De acuerdo con el texto ya debería estar muerto. Debería caer pero no cae, lancea sin dar tregua. El episodio llega a su fin y el telón comienza a bajar. No obstante, el Gran Gálvez, imbatible, sigue y sigue.
Voz de la maestra apuntadora:
- Cáete, Gálvez.
Nada, las palabras tienen un efecto contrario, redobla sus ataques.
Otra vez la maestra:
- ¡Gálvez, al suelo!
Es inútil. Interviene la directora Iris:
-¡Gálvez, por favor!
El Gran Gálvez sigue luchando, pisa lanzas, flechas, cuerpos, quiebra espadas. Sus enemigos se desconciertan, retroceden.
- ¡Gálvez, por última vez! ¡¡¡Cáete!!!
Lo único que cae es el telón, el Gran Gálvez continúa en pie. Sabe que el castigo será ejemplar, meses sin recreo. No le importa. Porque al fin de cuentas ¿acaso pueden morir los héroes?, ¿no nos habían dicho hasta el cansancio que los valientes nunca mueren?
El Gran Gálvez, actor secundario por primera y última vez en su vida, demostró unas dotes para la improvisación y una profesionalidad no prevista en los ensayos. Si estropeó el libreto la culpa no fue suya sino de los guiones que se maltejen, de la naturaleza que se ignora."
Leopoldo Vignoli, alias “Pino”Leído por su autor el 12 de octubre de 1988 en el Taller Literario “Fulano De Tal”, en el Bar del mismo nombre. El grupo estuvo compuesto por Arcadio Urpí (Jordi Gasch), Gato (María Jesús García), Lluís Bardía, Susa (María Jesús García), Pino (Leopoldo Vignoli) y Lorens (Arturo Montfort).
A un lado charrúas, flechas, lanzas; al otro lado conquistadores, espadas y mosquetes. Al final de la escena, los indios van cayendo uno a uno. Entre los pocos sobrevivientes sobresale el Gran Gálvez por su bravura. Ahora es un emplumado solitario, indebido. Le disparan, le estoquean, le acribillan. De acuerdo con el texto ya debería estar muerto. Debería caer pero no cae, lancea sin dar tregua. El episodio llega a su fin y el telón comienza a bajar. No obstante, el Gran Gálvez, imbatible, sigue y sigue.
Voz de la maestra apuntadora:
- Cáete, Gálvez.
Nada, las palabras tienen un efecto contrario, redobla sus ataques.
Otra vez la maestra:
- ¡Gálvez, al suelo!
Es inútil. Interviene la directora Iris:
-¡Gálvez, por favor!
El Gran Gálvez sigue luchando, pisa lanzas, flechas, cuerpos, quiebra espadas. Sus enemigos se desconciertan, retroceden.
- ¡Gálvez, por última vez! ¡¡¡Cáete!!!
Lo único que cae es el telón, el Gran Gálvez continúa en pie. Sabe que el castigo será ejemplar, meses sin recreo. No le importa. Porque al fin de cuentas ¿acaso pueden morir los héroes?, ¿no nos habían dicho hasta el cansancio que los valientes nunca mueren?
El Gran Gálvez, actor secundario por primera y última vez en su vida, demostró unas dotes para la improvisación y una profesionalidad no prevista en los ensayos. Si estropeó el libreto la culpa no fue suya sino de los guiones que se maltejen, de la naturaleza que se ignora."
Leopoldo Vignoli, alias “Pino”Leído por su autor el 12 de octubre de 1988 en el Taller Literario “Fulano De Tal”, en el Bar del mismo nombre. El grupo estuvo compuesto por Arcadio Urpí (Jordi Gasch), Gato (María Jesús García), Lluís Bardía, Susa (María Jesús García), Pino (Leopoldo Vignoli) y Lorens (Arturo Montfort).
Etiquetas: crónicas
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