La última brecha de otoño
La última brecha de otoño quizá sólo resida en esos jueves lluviosos que le obligan a buscar refugio en el primer bareto con el cartelito “permitido fumar” y donde se huele a distancia que los clientes más que clientes son “residentes”, expertos tertulianos donde los haya, y que se les entiende todo, y después de hacerse un lío tremebundo con el paraguas, el chaquetón, la bufanda y el bolso pide un café con leche y se distrae con las metafísicas del bolígrafo y de los lápices de colores (que lleva dentro de su estuche de tela negra), garabateando en su cuaderno de Bitácora notas, pensamientos y algún que otro dibujo.
Hace apenas una hora que Juana le ha comunicado el fallecimiento de Olga, un cáncer terminal. Impresionados todos por su entereza, aunque, claro, “la última semana estuvo sedada afortunadamente, etcétera”. El etcétera es a veces lo que más duele. Porque conduce directamente al polvo de los días, a una normalidad con aspecto de monstruo y que siempre culmina con un espinoso y abrupto “la vida sigue”.
No sabe por qué, pero recuerda entonces al insuperable, turbio y malicioso Everett Sloane de “La dama de Shangai” con la escena final de los espejos, con Elsa (Rita Hayworth) sucumbiendo al juego de los espejos y a Michael O’Hara (Orson Welles) alejándose por el parque de atracciones de una Viena en ruinas, murmurando “tal vez viva tanto que llegue a olvidarme de ella”.
Lejos todavía el verano, en el que los perros son abandonados a su suerte y te los encuentras vagando con una mirada consternada y lastimera produciéndole una opresión en el estómago, intenta atravesar como puede la última brecha del otoño.
Texto: cronopio
Fotografía. Rosa Mora: Un día de otoño
domingo 9 de noviembre de 2008
El mundo es infinitohttp://elmundoesinfinito.blogspot.com/search?updated-max=2008-11-12T13%3A24%3A00-08%3A00&max-results=7
Lejos todavía el verano, en el que los perros son abandonados a su suerte y te los encuentras vagando con una mirada consternada y lastimera produciéndole una opresión en el estómago, intenta atravesar como puede la última brecha del otoño.
Texto: cronopio
Fotografía. Rosa Mora: Un día de otoño
domingo 9 de noviembre de 2008
El mundo es infinitohttp://elmundoesinfinito.blogspot.com/search?updated-max=2008-11-12T13%3A24%3A00-08%3A00&max-results=7
Etiquetas: crónicas
4 comentarios:
Buenos días Arturo,
Te acabo de poner un comentario en tu texto junto a mi foto de los zapatos..
No tenía ni idea! me avisas la próxima vez?
Me gusta mucho el texto, aunque aquí los otoños son diferentes. La gente va poco de bares. Son otoños en casa, o paseando fuera, yendo en bici, etc. O cenando en casa de amigos.
Yo también intento 'atravesar'el otoño como puedo.. a veces escribiendo, dibujando o, simplemente, observando. Creando mi mundo.
Un abrazo y fins aviat!
Bueno, querida Rosa, ya habrás advertido que el aviso ha sido enviado, aunque quizás con retraso. Confieso que cuando ví la foto (estupenda), modifiqué el Informe que estaba escribiendo para que “encajara” con la fotografía.
Gracias una vez más.
Un abrazo
Hola Arturo! Acabo de ver el link que me enviaste...
Bueno, la foto es improvisada. A veces salgo a correr y veo cosas especiales que me llamán la atención aquí y allá. Muchas veces vuelvo para tirar la foto, para conservar el momento.
Gracias también por el detalle de modificar el Informe, me parece algo muy bonito!
Le acabo de hacer un “detenido” vistazo a tu blog “El mundo...” y realmente las fotos son magníficas, y los textos no le van a la zaga. Decir “¡Enhorabuena!” a estas alturas queda un poco cursi. Recibe mi admiración más sincera. Estás tocando el cielo... Lo digo con la mano en el coeur...
Tu “fan” de siempre
cronopio
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