Haruki Murakami: Cómo serán dentro de cien años
“Pinto en mi rostro de niño una expresión azorada, me dirijo a la joven que hace turno de mañana y le explico la situación de manera concisa. No llevo el pelo teñido, ni pearcings. Visto un pulcro polo blanco de Ralph Lauren, unos chinos color crema, también de Ralph Lauren, por supuesto, y unas zapatillas de deporte nuevas de diseño. Tengo los dientes blancos, huelo a champú y a jabón. Incluso sé hablar en honorífico, Todo esto causa muy buena impresión a las personas de más edad que yo.
Emprendo el circuito. Mientras escucho a Prince por el discman, voy pasando de uno de los siete aparatos a otro. Invierto una hora en realizar los ejercicios. Tengo grabados en el cerebro el peso y las vueltas que me convienen. Empiezo a sudar copiosamente, he de parar muchas veces para reponer líquido. Bebo agua del surtidor, chupo un limón que me he comprado por el camino.
Al salir del gimnasio vuelvo a la estación en autobús, entro de nuevo en la udon-ya del día anterior y me tomo unos udon calientes. Me los como despacio, mirando por la ventana. El recinto de la estación está atestado de gente que va y viene. Todos visten a su aire, acarrean su equipaje, van de aquí para allá con pasos precipitados; todos deben de encaminarse a alguna parte con un propósito determinado. Me los quedo mirando fijamente. Y de repente se me ocurre pensar cómo serán dentro de cien años."
Haruki Murakami: Kafka en la orilla (Umibe no Kafuka) 2002
Tusquets Barcelona 2006, colección andanzas, Pág. 76-77
Emprendo el circuito. Mientras escucho a Prince por el discman, voy pasando de uno de los siete aparatos a otro. Invierto una hora en realizar los ejercicios. Tengo grabados en el cerebro el peso y las vueltas que me convienen. Empiezo a sudar copiosamente, he de parar muchas veces para reponer líquido. Bebo agua del surtidor, chupo un limón que me he comprado por el camino.
Al salir del gimnasio vuelvo a la estación en autobús, entro de nuevo en la udon-ya del día anterior y me tomo unos udon calientes. Me los como despacio, mirando por la ventana. El recinto de la estación está atestado de gente que va y viene. Todos visten a su aire, acarrean su equipaje, van de aquí para allá con pasos precipitados; todos deben de encaminarse a alguna parte con un propósito determinado. Me los quedo mirando fijamente. Y de repente se me ocurre pensar cómo serán dentro de cien años."
Haruki Murakami: Kafka en la orilla (Umibe no Kafuka) 2002
Tusquets Barcelona 2006, colección andanzas, Pág. 76-77
Etiquetas: literatura
3 comentarios:
La semana pasada estuve hojeando el libro de Murakami, pero al final acabe en el "rincón de poesía",como siempre...
Pero,anteayer, finalmente me lo compré en holandés. El título: "Kafka op het strand",es curioso porqué "strand" significa "playa".
Fantásticas las fotos de Nocturama, como siempre. Muchas veces miro en su blog y me da mucha envidia!
Aquí está nevando, todo cubierto por un mantel blanco. Luego salgo a ver si saco alguna foto interesante...
¡Que suerte! Nevando...
Por aquí, entre el dichoso cambio climático y el invierno que quiero y no quiero, vamos andando. He empezado a corregir mis cuentos. Es el proceso definitivo... Ya te contaré. Por cierto, Murakami... ¡Magnífico!
Hace unos años que descubrí a Murakami, me encanta lo absurdo y surrealista. Lo único que me molesta es que ahora sus libros son best-sellers y los lee todo el mundo.
Suerte con tus cuentos!. Yo envié ayer unos poemas en holandés a una revista muy conocida por aquí: "Passionate Magazine". Es una revista que puedes comprar en la librerias de todo el país. Aunque, por supuesto, no me espero nada. Sólo la sensación de echar el sobre en el buzón ya le da un aire especial...
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