Un tal Oscar Peterson al piano
“Y la Maga estaba llorando, Guy había desaparecido, Etienne se iba detrás de Perico, y Gregorovius, Wong y Ronald miraban un disco que giraba lentamente, treinta y tres revoluciones y media por minuto, ni una más ni una menos, y en esas revoluciones Oscar’s Blues, claro que por el mismo Oscar al piano, un tal Oscar Peterson, un tal pianista con algo de tigre y felpa, un tal pianista triste y gordo, un tipo al piano y la lluvia sobre la claraboya, en fin, literatura.”
JULIO CORTAZAR: Rayuela, 1963,
Cátedra, 1984, edición crítica de Andrés Amorós, Págs. 210-211
Etiquetas: música
2 comentarios:
Hay veces que un cierto vértigo gira alrededor de la cabeza, y de tanto en tanto la arrastra.
Cortázar escribió eso -según pones- antes de 1963. Oscar Peterson acaba de morir, y hace poco aún le daba al piano. Se dan pocos casos de éstos, en los que parece que ciertos personajes estén siempre ahí, inalterables, como si fueran un disco, o un cuadro, y no una persona.
A Cortázar le duró -¡ay!- menos. Sólo ese par de décadas en que se decía aquello de que, viendo la foto, no se diría la edad que tenía.
Saludos, Popaul
Sí, decían que Julio tenía la "enfermedad" de la eterna juventud. Ni Indiana Jones lo consiguió nunca, y ya lleva cuatro pelis...
Ese don inalcanzable y, quizás por eso mismo, tan maravilloso como todo lo inasequible pero deseado...
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