29.3.06

Almodóvar: La flor de su secreto


Pedro Almodóvar. Volver
2006. Fecha del estreno: 17/03/2006 Actor / Actriz: Penélope Cruz, Lola Dueñas, Blanca Portillo, Carmen Maura, Yohana Cobo, Chus Lampreave, Leandro Rivera y Carmen Machi. Fotografía: José Luis Alcaine. Música: Alberto Iglesias. Producción: Agustín Almodóvar y Esther García.
Tres generaciones de mujeres sobreviven al viento solano, al fuego, a la locura, a la superstición e incluso a la muerte a base de bondad, mentiras y una vitalidad sin límites.Ellas son Raimunda (Penélope Cruz) casada con un obrero en paro y una hija adolescente (Yohana Cobo). Sole (Lola Dueñas), su hermana, se gana la vida como peluquera. Y la madre de ambas, muerta en un incendio, junto a su marido (Carmen Maura). Este personaje se aparece primero a su hermana (Chus Lampreave) y después a Sole, aunque con quien dejó importantes asuntos pendientes fue con Raimunda y con su vecina del pueblo, Agustina (Blanca Portillo).
Amodóvar no decae ni que lo premien, mimen y entrevisten, aunque sea el Millás. Además, se toma su tiempo para cada película, hecho nada baladí que se percibe claramente en su cuenta de resultados.
Bien... Al film le cuesta un poco arrancar. Así uno tiene tiempo para especular sobre si le han puesto un poco más de culo a la Cruz o si se ha hecho los labios, de perfectos que se ven. No descarto, tampoco, que sea un problema del espectador (o mío), acostumbrarse al papel de Penélope, pero sobre todo, al (impactante) de Carmen Maura, envejecida y fantasmal al principio.
Si embargo, la película no tarda en abrirse. ¡Y cómo se abre! Como un abanico de colores. El abanico lo pone, claro está, Almodóvar. Los colores, todas sus mujeres. Y es que el color es inherente al director de Hablé con ella. Vean, sino, el cartel de la película, los títulos de crédito y demás... ¡Espléndidos!
Por lo demás, Pedro Almodóvar – como ustedes ya saben - mejora a los actores pero, sobre todo, hace mejores a las actrices. Qué lo diga, sino, Carmen Maura, que está de un eficaz que espanta. Lola Dueñas, por otra parte, resuelve muy favorablemente su cara a cara con la cámara (primeros planos), mientras que Penélope Cruz va creciendo (y creciéndose) a medida que va avanzando el film, hasta llenar la pantalla de lo suelta y hermosa que está.
Es curioso cómo, utilizando los estereotipos, los masculinos (y éstos los despacha sin compasión), pero mayormente los femeninos, es decir, cómo hurgando en los arquetipos de la variada estirpe femenina, Almodóvar consigue personajes tan auténticos, tan “reales”, si se me permite la expresión. Ya sé que sus detractores le critican precisamente eso, que sus personajes (y situaciones) representan situaciones extremas de la realidad. En este caso, Almodóvar se recrea en el estereotipo de la cofradía de mujeres, antes llamadas "de pueblo", maltratadas aunque fajadoras, generalmente solas ante el peligro, luchadoras y, por eso mismo, vengativas cuando toca. Es decir, humanas. Y en esto Pedro nunca falla. Esta es, en definitiva, la flor de su secreto.

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