13.5.07

El Capitán Nemo


Dijo el Capitán Nemo, a quienes no teníamos más remedio que escucharle, que la última vez que, por circunstancias de la vida (del sexo, quizás quiso decir) convivió un par de días (un week end, supongo que quiso decir) con una mujer, se lo llevaron los demonios
- No me dio un ataque de nervios de milagro
- Llevo más de veinte años viviendo solo
Lo que en él, nadie más lejos de la misoginia, puedo dar fe de ello, resultaba más que significativo.
- Veintisiete, para ser exactos
Aunque nada más expresivo que su mirada al decir Llevo más de veinte años viviendo solo que cualquier discurso con el que nos pudiera empozar la velada entrando en prolijas apreciaciones sobre su historial amatorio. Los que allí estábamos, con un vitae compartido de éxitos y derrotas (aunque quizás quise decir más lo segundo que lo primero) parecíamos, por nuestro aspecto magullado y ese rastro de MAPALM en nuestras miradas, veteranos de la guerra del Vietnam.
- Te levantas a las ocho, te afeitas, te lavas los dientes, te duchas parsimoniosamente mientras pones bajito alguna sonata de Mozart, gozas del silencio, porque Mozart se lleva tan bien con el silencio...
Porque muchas de las veces los sueños son ruidosos
Y Mozart se lleva tan bien con el silencio
Y andas de un lado a otro de la casa como en una película de Sam Pekinpack. A cámara lenta
Te desplazas por la casa en posición de cúbito supino, a dos palmos del suelo, como el Hispano en Gladiator
Enciendes las luces cuando y dónde te da la gana
Haces la primera y mejor cagada del día con la puerta del lavabo abierta y viendo, a través de la ventana del comedor, el ojo huracanado del sol a punto de reventar de grana, callado como una tumba
O también puedes hacer el payaso mientras te vistes, o enviarlo todo a la mierda y tomarte el día libre, pero sin rencores, sin tener que dar mayores explicaciones.
- La intimidad es un grado
Acabó diciendo a quienes no teníamos más remedio que escucharle, a colación de la última y reciente ocasión en la que, por circunstancias de la vida (del sexo, quizás quiso decir) convivió un par de días (un week end, supongo que quiso decir) con una mujer.

Y el Capitán Nemo, comandante del Nautilus, como todo el mundo sabe, se fue por donde había venido, obsesionado quizás por un misterioso pasado, aunque, probablemente, más lo primero que lo segundo (es decir, más misterioso que pasado) como averiguaríamos más tarde. Nadie recuerda cuando renunció a vivir en sociedad limitada ni cuando ahondó en la interesante idea (quizás quiso decir, concepto) de que la venganza es un plato que se sirve frío. Puede que de ahí provenga ese nihilismo practicante que siempre acaba rallándonos la noche.
Años más tarde, efectivamente, descubrimos, atónitos, el dichoso misterio. El Capitán Nemo era, en realidad, el príncipe Dakkar, hijo de un rajah indio y sobrino de Tipu Sultán. Comprendimos entonces, por sus raíces indias, ese odio feroz hacia la Gran Bretaña, que, al fin y al cabo fue quien esclavizó a su pueblo y asesinó a su mujer y a sus hijos. Tras la rebelión de los cipayos, en 1857, nuestro Capitán Nemo decidió construir en secreto el Nautilus, que originariamente había diseñado para expediciones científicas, en una isla desierta. Confundidos como estábamos, descubrimos, no sin cierta perplejidad, que nos tenía más engañados que el Barça a su afición, o la Pantoja (la tonadillera) a sus admiradores. Que sus constantes viajes formaban parte de una trama de apariencias muy bien pergeñada en la que sus postales (enviadas, sin duda, por correligionarios esparcidos astutamente por toda la superficie del planeta) no eran más que parte del montaje general del que éramos perfectos comparsas. Porque, en realidad, sigue recorriendo los mares con una tripulación variopinta de diferentes y misteriosas procedencias, que le guardan una sorprendente y absoluta lealtad, aplicando su particular sentido de la venganza, aunque quizás quiso decir justicia.
Uno de nosotros dijo, entonces:
- ¡Vaya ojeras que tengo!
Y el otro, el más MAPALM, respondió:
- ¿Te refieres a esas bolsas que casi te tapan los ojos?

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4 comentarios:

Blogger Jorge Brotons ha dicho...

"Haces la primera y mejor cagada del día con la puerta del lavabo abierta..."

Brutal!

10:53 a. m.  
Blogger Cronopio ha dicho...

Jajajaja. Molt bona aquesta. Amic Broto. El tema de la web està molt difícil, així que he creat un bloc que ens podria servir pels nostres propòsits. Quan el tingui preparat t’ho dic

9:23 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Ciertamente, la escena de que habla Jorge Brotons tiene una fuerza visual avasalladora. Pero también es cierto que fija bien las coordenadas del caso...

9:37 p. m.  
Blogger Cronopio ha dicho...

¡Hola Popaul! Ya te echaba de menos en este casillero de cronopios que más bien parecen famas.
Gracias por el comentario...

7:57 a. m.  

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