21.5.06

Los rebeldes siempre pierden, incluso los que ganan



No me hagan mucho caso, pero en algunos momentos de “De battre mon coeur s’est arrêté” me asaltó la imagen de Jean Paul Belmondo en “A bout de souflle” (Jean-Luc Godard, 1960). Quizás porque en la actividad delictiva de Michel transpira una actitud de rebeldía contra el "sistema", que diríamos ahora, un deseo latente de huir de un mundo irrespirable y degradante pero, fundamentalmente (o lo que es lo mismo), de huir de sí mismo y de su destino.
¿Semejanzas? El carácter de “outsider” de Michel y Thomas, la condición nada intelectual de estos dos protagonistas. Servais Mont (Belmondo) es un vulgar ratero, mientras que Thomas (Romain Duris) tampoco es que sea Cohn Bendit precisamente. Ambos tienen esa planta de duros y esa callosidad de desdén en el rostro con la que se protegen hasta donde el cuerpo aguante. Uno y otro, delincuentes de poca monta, cuando no matones de tres al cuarto, muestran sin embargo ese desasosiego de no encajar en ninguna parte, de no sentirse en absoluto dueños de su destino. Esa huida constante hacia ninguna parte.
Esta es otra. Romain Duris, el telonero de la banda anti-okupas de “De batrre...” también me recordó bastante al Servais Mont de L’important c’est d’aimer (Andrzej Zulawski, 1974), una película terriblemente nihilista y romántica que hizo furor en su época y en la que la semejanza en la relación padre-hijo con la película de Jacques Audiard tiene un paralelismo brutal. Llegados hasta aquí sólo me queda decir que el personaje - notablemente interpretado por Romain Duris - es una relectura del arquetipo moderno del outsider. Dentro y fuera, pero en ninguna parte.
El hecho de que el propio “Sistema” al que, a la vez, se agarran y repudian, se los coma con patatas fritas, no contradice nada de lo expuesto: todos los rebeldes acaban perdiendo, incluso los que ganan. Aunque se nos revele mediante recursos argumentales diversos. En el caso del film de Godard, la traición de Patricia (Jean Seberg); en el de Zulawski, el suicidio de Jacques (Jacques Dutronc) y el abrumador sentimiento de culpa de Servais y Nadine (Fabio Testi y Romy Schneider). Dicho sea de paso, la mejor interpretación de la Schneider, que yo conozca.
Por supuesto, la película se merecía otro final, un final con más mala leche, si se me permite la expresión. Uno que hiciera verdadero honor a su título.
Jean-Luc Godard: A Bout de Souffle (Francia, 1960). Guión: Jean-Luc Godard, François Truffaut. Música: Martial Solal. Fotografía Raoul Coutard. Jean-Paul Belmondo, Jean Seberg, Daniel Boulanger, Jean-Pierre Melville, Van Doude, Henri-Jacques Huet.
Jacques Audiard: De battre mon coeur s’est arrêté (Francia, 2005). Guión: Jacques Audiard, Tonino Benacquista. Música: Alexandre Desplat. Fotografía: Stéphane Fontaine. Romain Duris, Niels Arestrup, Linh-Dan Pham, Aure Atika, Emmanuelle Devos.
Andrzej Zulawski: L’important c’est d’aimer (Francia, 1974). Guión: Una adaptación de Christopher Frank y Andrej Zulawski de la novela de Christopher Frank "La nuit americaine". Música: Georges Delerue. Fotografía : Ricardo Aronovich. Romy Schneider, Fabio Testi, Jacques Dutronc, Klaus Kinki, Claude Dauphin, Roger Blin

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3 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Una traición, la de la repartidora del "New York Herald Tribune", que se le perdonaba a la chica, como todo ¿no?
Jean Seberg: Ahí sí que hay un novelón, o un peliculón, no necesariamente de Ricardo Franco, aunque éste conociera bien el tema...
¿Quién intenta ser la equivalente de Jean Seberg en esta nueva película?

11:35 p. m.  
Blogger Cronopio ha dicho...

Yo creo que no hay réplica posible a la Jean Seberg de "A bout...". Porque la coreana Linh-Dan Pham va bien de contraste y todo eso, pero no, la verdad es que no...

5:46 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Eso pensaba...

9:54 p. m.  

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