20.4.06

Ferran Jordà: La espera

Me gustaría que mi vida no dejara tras de ella más murmullo que el de una canción para burlar la espera. Independientemente de lo que llegue o no llegue, lo que es magnífico es la espera.
Dijo André Breton, quizás con un exceso de vehemencia, como tantas otras cosas en ese viejo, osado y genial gruñón que acabó echando a casi todos de su surrealismo. Aún así, y pese a todo, si uno sabe bajar el volumen de sus frases (como si de un tocadiscos se tratara), siempre acaba extrayendo un poco de oro de sus palabras. Con la espera pasa algo parecido.
La espera (imagen que me sugiere la foto de Ferran Jordà) se convierte aquí en la antesala de la conversación y el encuentro. Y en un todo en sí mismo, donde caben a la vez la expectación y la vigilancia.
Una cadencia marcada por esos dedos oscureciéndose unos a otros. Juntos, casi apretados como las teclas de un piano y, sin embargo, creando un espacio tan abierto como el mundo que imaginan y aguardan.
Ferran Jordà: Conversations II
André Breton: L'amour fou

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2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Très joli, mon vieux!!!
Besos

5:46 p. m.  
Blogger Cronopio ha dicho...

Merci beaucoup, madame!!!

5:04 p. m.  

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