Maravilloso Jack Palance
¿Por dónde empezar? Porque ya van dos pelis sobre matemáticos más o menos excéntricos – o locos – en poco tiempo.
Para empezar lo malo. La peli está basada en una obra teatral de David Auburn, el guionista. Lo recurrente sería decir que hay demasiado diálogo y poca acción. Y quizá sea cierto pero. En todo caso, a mí no me molestó. ¡Que hablen señor, que hablen! Que si no es peor. Diría, más bien, que a medida en que avanza el film tienes la sensación de que falta algo o de que alguna cosa que debería suceder no acaba sucediendo. En cuanto a la relación “claustrofóbica” (el mano a mano) entre Catherine (Gwyneth Paltrov) y su padre (Anthony Hopkins), no se ve en nada aligerada por un Hal (Jake Gyllenhall) cuyo papel no acaba de cuajar. Y esto sí que me molesta, porque el actor me gusta. Gyllenhall hace de espejo, pero de espejo inocuo.
Y lo bueno. Me gustan ciertos aspectos del montaje, esa forma de (des)ordenar las secuencias, un ir y volver sin previo aviso que da un poco de marcheta a la historia, que buena falta le hace.
Me interesó, por ejemplo, la personalidad torturada de Catherine, agobiada por su elección (voluntaria) de cuidar de su padre y, a la vez, por el dolor y perplejidad de vivir su decrepitud mental.
Y un par de escenas notables: la del funeral y la del desenlace del enigma sobre la prueba (matemática). No doy más detalles para no joder el asunto.
Of corse, estupenda interpretación de Hopkins y Paltrov, pero sobre todo de ésta última, por fin con un papel más que aceptable. Su personaje al final se hace querer. ¡Pues claro! ¿Que la peli es tan aburrida como las mates? Ni lo uno ni lo otro. Que para algo estamos los espectadores agradecidos: para poner nuestro granito de arena. Y las morsas somos así, ni leemos las novelas “de un tirón” ni esperamos que una peli necesariamente siempre nos entre directa por la vena. A veces basta con darles nuestro cariño a los “buenos” personajes, sino, qué sería del cine. Porque no todo ha de ser Jack Palance. Maravilloso por otra parte. Véanlo, sino, en Shane y en Barrabás, curiosamente dos nombres propios.
John Madden: Proof (La verdad oculta). USA. 99 min. Gwyneth Paltrow, Anthony Hopkins, Jake Gyllenhall y Hope Davis.
Para empezar lo malo. La peli está basada en una obra teatral de David Auburn, el guionista. Lo recurrente sería decir que hay demasiado diálogo y poca acción. Y quizá sea cierto pero. En todo caso, a mí no me molestó. ¡Que hablen señor, que hablen! Que si no es peor. Diría, más bien, que a medida en que avanza el film tienes la sensación de que falta algo o de que alguna cosa que debería suceder no acaba sucediendo. En cuanto a la relación “claustrofóbica” (el mano a mano) entre Catherine (Gwyneth Paltrov) y su padre (Anthony Hopkins), no se ve en nada aligerada por un Hal (Jake Gyllenhall) cuyo papel no acaba de cuajar. Y esto sí que me molesta, porque el actor me gusta. Gyllenhall hace de espejo, pero de espejo inocuo.
Y lo bueno. Me gustan ciertos aspectos del montaje, esa forma de (des)ordenar las secuencias, un ir y volver sin previo aviso que da un poco de marcheta a la historia, que buena falta le hace.
Me interesó, por ejemplo, la personalidad torturada de Catherine, agobiada por su elección (voluntaria) de cuidar de su padre y, a la vez, por el dolor y perplejidad de vivir su decrepitud mental.
Y un par de escenas notables: la del funeral y la del desenlace del enigma sobre la prueba (matemática). No doy más detalles para no joder el asunto.
Of corse, estupenda interpretación de Hopkins y Paltrov, pero sobre todo de ésta última, por fin con un papel más que aceptable. Su personaje al final se hace querer. ¡Pues claro! ¿Que la peli es tan aburrida como las mates? Ni lo uno ni lo otro. Que para algo estamos los espectadores agradecidos: para poner nuestro granito de arena. Y las morsas somos así, ni leemos las novelas “de un tirón” ni esperamos que una peli necesariamente siempre nos entre directa por la vena. A veces basta con darles nuestro cariño a los “buenos” personajes, sino, qué sería del cine. Porque no todo ha de ser Jack Palance. Maravilloso por otra parte. Véanlo, sino, en Shane y en Barrabás, curiosamente dos nombres propios.
John Madden: Proof (La verdad oculta). USA. 99 min. Gwyneth Paltrow, Anthony Hopkins, Jake Gyllenhall y Hope Davis.
George Stevens: Shane (1953). USA. 118 min. Alan ladd, Jean Arthur, Van Heflin, Brandon de Wilde, Jack Palance, Ben Johnson.
Richard Fleischer: Barrabás (1962). Italia. 132 min. Anthony Quinn, Arthur Kennedy, Ernst Borginne, Harry Andrews, Jack Palance, Silvana Mangano, Vittorio Gassman.
Richard Fleischer: Barrabás (1962). Italia. 132 min. Anthony Quinn, Arthur Kennedy, Ernst Borginne, Harry Andrews, Jack Palance, Silvana Mangano, Vittorio Gassman.
Etiquetas: cine
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