18.4.09

Portrait

Prefiero un autorretrato que un viaje. Afirmación impopular donde las haya, en estos tiempos en que los viajes, la lectura fácil y el aspecto físico, disfrazado del culto a lo saludable, es lo más plus, todo ello al toque de campanas del eterno tópico “mens sana in corpore sano”. Es con lo que flipa al respetable, no le demos más vueltas.
Lo que quiere decir, entre otras cosas, que es más que probable que nunca vaya a New York, porque entre el jodido JET LAG y la amenaza, más que probable, de un paseo interminable (patear le llaman ellos, como si de un partido de rugby se tratara) por la Fifth Avenue, con parada en todos los escaparates y una buena sobredosis de shopping y Fash Food, prefiero echarme en el sofá y poner el vídeo de “Manhattan”, es un decir, y escuchar a Gershwin mientras contemplo el río Hudson sin apretujones ni los pies hinchados a causa de tanto “paseíto”.
Quedamos pocos parásitos “conscientes”. El resto de los "no viajantes” andan por ahí con otras justificaciones más sólidas, sino ilustres: sobrecarga de trabajo, medidas anticrisis, familiares a los que cuidar, cinefilia o donjuanismo “ad hoc”, y un buen número de "adopciones". Cualquiera de las "sabias" combinaciones que usted elija da un juego que te cagas. En fin, digámoslo de una vez: actividades todas ellas muy respetables pero, si me permiten, dignas de mejor causa. Por supuesto, la tertulia del café ha sido desterrada por el yoga, las clases de inglés, la Fórmula I o el shopping.
Pero, díganme... Sí, díganme: qué mejor “karma”, qué mejor meditación, qué más excitante e interminable viaje que el que hace uno al interior de uno mismo. No lo digo yo, ahí no me pillan. Lo dice, nada más y nada menos, que el maestro Louis Ferdinand Céline (una lectura nada fácil, aviso, que nadie se “precipite” por favor, la caída puede ser grave), cuando dice que: “Viajar es útil, hace trabajar la imaginación. El resto no son sino decepciones y fatigas. Nuestro viaje es por entero imaginario. A eso debe su fuerza. Va de la vida a la muerte. Hombres, animales, ciudades y cosas, todo es imaginario. Es una novela, una simple historia ficticia. Y además, todo el mundo puede hacer igual. Basta con cerrar los ojos. Está al otro lado de la vida.”

Y todo esto a cuento de la exposición, en la Nacional Portrait Gallery de Washington City, hasta el 16 de agosto, de 75 autorretratos del siglo XX, de cuyo “evento” el corresponsal de “La Vanguardia” Alan Jiménez dice lo siguiente: “El arte del autorretrato se presenta como uno de los ejercicios artísticos más complejos que existen, a pesar de su aparente simplicidad. En él, el artista debe enfrentarse a su yo interior y tratar de entender su propia identidad para revelársela directamente al espectador.”
Pues si él lo dice… No crean, tampoco es que me convenza demasiado tanta instrospección. Es que escribiendo y escribiendo, me he liado un poco. Lo que yo quería decir es… Bueno, ¡diablos!, qué importa lo que yo quería decir… Bien, insisto, tampoco es que me crea todo lo que dicen por ahí. Por fiarme, no me fío ni de mi sombra, como suele decirse. Y ya puestos a repetir tonterías, a desvariar, déjeme que les cuente el lema, la sentencia que reza en ese tablón que permanece, ya un tanto amarillento, en la pared del bar donde desayuno cada día: “El que fía hoy no ha venido y el que está aquí no fía.” Pues eso mismo. Así vamos… Castigado otra noche en la oficina.
Autorretrato, de Edgard Hopper
Noche en la oficina, de Edgard Hooper
Nacional Portrait Gallery. Washington
Hasta el 16 de agosto de 2009

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4 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Por lo que dejas entrever, quizás sea lo de la National Portrait Gallery una buena razón para viajar a Washington...
Saludos, Popaul

6:23 p. m.  
Blogger Cronopio ha dicho...

Eso eso, viajeros, a lo vuestro... Qué importa perder las maletas, las agujetas del JET LAG, las cervicales hechas polvo... Marcharos tranquilos, que nosotros nos ocuparemos de que la crisis no decaiga, JA!

10:37 a. m.  
Anonymous ferran ha dicho...

Amb aquestes reflexions, se m'acut fer-te la següent pregunta, que prefereixes: un autorretrat teu o el viatge d'un altre?

12:15 p. m.  
Blogger Cronopio ha dicho...

Si el viatge el fa l’altre jo, aquell que voldria ser, no tant per ser jo en un altre (Rimbaud) sinó per deixar d’una vegada el pes d’ésser jo, senzillament, doncs, aleshores, descarto l’autoretrat.

8:36 a. m.  

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