Jorge Brotons: Tarde de circo
Apresuraros, corred, tomemos asiento;
hoy es tarde de circo, tarde de frontera.
Los acordes suenan, supongamos la cura:
venguémonos de cuando éramos niños,
asesinemos a las piedras,
simplifiquemos las artes escénicas.
Bajemos a la arena del poeta
y quememos los fósiles,
venguémonos de cuando éramos niños,
venguémonos como lo hacen los payasos:
hagamos reír a las fieras.
Saltimbanquis y enanos,
la cabeza parlante,
contorsionistas del olvido,
trapecistas de la vida, la mujer barbuda,
hombres bala hacia la nada.
Vayamos esta tarde con los niños,
continuemos la herencia,
supongamos la cura,
simplifiquemos las artes escénicas,
vayamos al circo, inventemos la alegría.
Apresuraros, corred, tomemos asiento,
brindemos fe al espectáculo,
asesinemos la mueca del pasado,
mañana ya estarán en otro lado:
hoy es día de conquista.
Hagámonos circo, bajemos a la arena cada día:
dejémonos herir por sus cuchillos.
Decir la vida en un vaso,
el cuenco de unas horas,
sentado ante la sentencia
en la laguna de una butaca.
Cuando no se nos pide –ese día–
que demos la vuelta a la historia,
rogamos al mar que no se mueva
hasta que nos de definitivamente su hora.
Decir así la vida,
y lagrimarse de una feliz melodía,
a tientas ante la inminencia.
Beber, así, la alegría clandestina.
Soñar mi sueño de otro, ni que decir tiene,
es hoy mi preciado vaso de agua,
a mí, que no se me ha pedido nunca
que dé la vuelta a la historia.
Jorge Brotons
Los mapas
hoy es tarde de circo, tarde de frontera.
Los acordes suenan, supongamos la cura:
venguémonos de cuando éramos niños,
asesinemos a las piedras,
simplifiquemos las artes escénicas.
Bajemos a la arena del poeta
y quememos los fósiles,
venguémonos de cuando éramos niños,
venguémonos como lo hacen los payasos:
hagamos reír a las fieras.
Saltimbanquis y enanos,
la cabeza parlante,
contorsionistas del olvido,
trapecistas de la vida, la mujer barbuda,
hombres bala hacia la nada.
Vayamos esta tarde con los niños,
continuemos la herencia,
supongamos la cura,
simplifiquemos las artes escénicas,
vayamos al circo, inventemos la alegría.
Apresuraros, corred, tomemos asiento,
brindemos fe al espectáculo,
asesinemos la mueca del pasado,
mañana ya estarán en otro lado:
hoy es día de conquista.
Hagámonos circo, bajemos a la arena cada día:
dejémonos herir por sus cuchillos.
Decir la vida en un vaso,
el cuenco de unas horas,
sentado ante la sentencia
en la laguna de una butaca.
Cuando no se nos pide –ese día–
que demos la vuelta a la historia,
rogamos al mar que no se mueva
hasta que nos de definitivamente su hora.
Decir así la vida,
y lagrimarse de una feliz melodía,
a tientas ante la inminencia.
Beber, así, la alegría clandestina.
Soñar mi sueño de otro, ni que decir tiene,
es hoy mi preciado vaso de agua,
a mí, que no se me ha pedido nunca
que dé la vuelta a la historia.
Jorge Brotons
Los mapas
Del libro Los días de Frontera
Fotografia obtenida en
Fotografia obtenida en
Las astucias de la disidencia
Contracultura, globalización e identidad cultural
Contracultura, globalización e identidad cultural
Etiquetas: Poesía
1 comentarios:
Interessant fusió de dos poemes. Això és l'apropiacionisme i lo demás leches.
gràcies
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